¿Por qué me siento atrapado en pensamientos negativos?
Nuestros cerebros están programados para enfocarse en lo negativo; es una estrategia de supervivencia antigua, que heredamos de nuestros antepasados. Pero hoy, esos pensamientos negativos pueden atraparnos. Aquí está la verdad: tu cerebro cree lo que le dices, aunque no sea verdad. Si te repites que “no eres suficiente”, tu cerebro lo acepta como una realidad. Pregúntate: ¿Qué estoy alimentando en mi mente? ¿Esto me ayuda o me hunde más?
¿Cómo puedo detener los pensamientos negativos persistentes?
Reconoce que no puedes apagar esos pensamientos de inmediato. Pero aquí hay un hecho interesante: cuando empiezas a hablarle a tu cerebro de manera diferente, éste empieza a adaptarse. Si te dices a ti mismo "Lo estoy haciendo lo mejor que puedo" en lugar de "Soy un fracaso", tu cerebro comienza a creerlo. No porque sea instantáneamente cierto, sino porque el cerebro es moldeable y responde a la repetición. Así que, en lugar de luchar contra lo negativo, empieza a sembrar lo positivo, incluso si al principio no te lo crees del todo.
¿Qué hago cuando todo parece oscuro y no puedo ver nada positivo?
No se trata de pintar todo de rosa, sino de reconocer pequeñas cosas que sí funcionan. Nuestro cerebro tiende a exagerar lo malo, pero también puede aprender a enfocarse en lo bueno si le damos la oportunidad. Pregúntate: ¿Hay algo pequeño, por mínimo que sea, que pueda valorar hoy? A veces, lo único que necesitas es recordarte que sigues aquí, que estás avanzando, y que cada pequeño paso cuenta. Este simple acto de reconocer algo positivo puede cambiar tu perspectiva y darte la fuerza para seguir adelante
¿Cómo manejo la sensación cuándo estoy abrumado?
La vida puede ser aplastante, y eso es una realidad. En esos momentos, tu cerebro puede entrar en modo de supervivencia, haciendo que todo parezca peor de lo que es. Aquí es donde el poder de tus palabras entra en juego. Dile a tu cerebro: "Está bien sentir esto. Vamos a ir paso a paso." Esta simple frase es poderosa. Nos recuerda que nuestras emociones son válidas y que no necesitamos tener todas las respuestas de inmediato. Y aunque no lo solucione todo, empezarás a calmar esa respuesta de estrés, porque el cerebro responde al tono y las palabras que usas con él, es decir, al enfocarnos en avanzar poco a poco, reducimos la presión y ayudamos a nuestro cerebro a calmarse, permitiéndonos enfrentar los desafíos con más claridad y menos ansiedad.
¿Cómo puedo comenzar a cambiar mi mentalidad hoy, cuando la realidad es dura?
No esperes milagros de un día para otro. El cambio es un proceso y comienza con pequeñas acciones. Piensa en tu cerebro como un músculo que necesita entrenamiento constante. Si empiezas hoy, diciendo "Puedo con esto” o "Estoy trabajando en mejorar", con el tiempo, tu cerebro comenzará a responder de manera más positiva, no porque sea fácil, sino porque lo estás entrenando para pensar y reaccionar de una manera diferente.
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