Como padres, siempre buscamos el bienestar de nuestros hijos, pero a veces, sin querer, podemos realizar acciones que no tienen el efecto positivo que deseamos. El Gaslighting es un tipo de comportamiento que, aunque no sea intencional, puede afectar la forma en que nuestros hijos perciben su realidad y sus emociones.
El gaslighting ocurre cuando, sin darnos cuenta, minimizamos o cuestionamos las emociones o experiencias de nuestros hijos. Puede ser algo tan sencillo como decir: "Estás exagerando" “te lo estás inventando” o "Eso no es para tanto, eres un dramático”, Aunque estas frases pueden parecer inofensivas, su repetición puede hacer que nuestros hijos duden de sus sentimientos y percepciones. Vamos a explorar por qué sucede, sus posibles efectos y cómo podemos evitarlo para fomentar un ambiente de confianza y seguridad en casa.
¿Por Qué Puede Suceder el Gaslighting Parental?
El gaslighting no tiene por que ser un comportamiento consciente; muchas veces, es el resultado de cómo aprendimos a comunicarnos o cómo manejamos nuestras propias emociones. Algunas razones pueden ser:
Inseguridades propias: A veces, como padres, proyectamos nuestras propias inseguridades en nuestros hijos sin darnos cuenta. Esto puede llevarnos a intentar controlar sus emociones o percepciones.
Manejo del comportamiento: En ocasiones, utilizamos frases que buscan corregir el comportamiento de nuestros hijos de manera rápida, pero que sin querer pueden invalidar sus emociones.
Patrones aprendidos: Muchos de nosotros hemos crecido en entornos donde se minimizaron o cuestionaron nuestras emociones, y sin querer, repetimos esos patrones.
Negación por protección: Algunos padres pueden negar la realidad de lo que sucede para proteger a sus hijos o evitar confrontaciones difíciles. Por ejemplo, minimizar un problema para evitar que el niño se preocupe.
Cómo Evitar el Gaslighting y Fomentar la Confianza
Crear un ambiente seguro para nuestros hijos empieza con pequeños cambios en la forma en que nos comunicamos. Aquí te dejo algunas ideas:
Valida sus emociones: De esta manera, tus hijos aprenden que sus sentimientos son importantes y que pueden contar contigo para entenderlos.
Escucha activamente: Tómate un momento para escuchar de verdad lo que tu hijo tiene que decir. A veces, solo necesitan sentirse escuchados sin juicios ni interrupciones.
Refuerza su confianza en sí mismos: Anima a tus hijos a expresar sus sentimientos y opiniones. Esto ayuda a que se sientan seguros de su propia voz y de su capacidad para entender el mundo.
Sé consciente de cómo te comunicas: Tómate un momento para considerar el impacto que tus palabras pueden tener en tus hijos. A veces, ajustar un poco el lenguaje puede marcar una gran diferencia
Conclusión:
Como padres, estamos aprendiendo día a día, y es natural cometer errores. El gaslighting parental es algo que puede ocurrir sin darnos cuenta, pero con un poco de conciencia y algunos ajustes, podemos ayudar a nuestros hijos a sentirse seguros, validados y apoyados. Lo más importante es recordar que siempre podemos mejorar y crecer junto a nuestros hijos, creando un hogar donde todos se sientan escuchados y respetados.
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